Las últimas elecciones autonómicas y municipales del pasado 24 de mayo han sido una de las más interesantes de la historia reciente de este país. Se ha escrito mucho (y se seguirá escribiendo) sobre el significado que tienen, tanto a modo de termómetro de la sociedad, como en la implicación directa respecto al reparto de poder que dejan en las instituciones locales y autonómicas.
Uno de los resúmenes más generales y acertados que he leído, se puede encontrar aquí, por Javier Gallego Crudo, capitán del proyecto “Carne Cruda”.
Por mi parte, me gustaría aportar un enfoque algo distinto, que no he encontrado en ningún sitio, y que creo que puede añadir algo interesante a la hora de entender las elecciones como un buen termómetro, una encuesta del estado político de la sociedad española.
Aunque hablamos siempre de unas elecciones, en realidad son muchas elecciones juntas las que se producen en una cita como esta, cada elección municipal es un mundo, y es muy difícil sacar conclusiones generales válidas para el conjunto del estado. Por lo tango, a fin de enfocar el análisis a un estudio muy general, me centraré en los resultados de las elecciones autonómicas. Esto lo hago, además, porque creo que el voto autonómico está más relacionado con el partido al que se vota, y no tanto con el candidato presentado, si bien es cierto que esto no ocurre del todo así en todos los casos, como en el caso del candidato socialista a la Comunidad de Madrid: Ángel Gabilondo, que pudo quizás atraer cierto voto que de otra manera nunca hubiera ido al PSOE.
Aun así, este análisis parte de la premisa de que el voto autonómico es más político y menos personalista que el municipal, y que de él se puede obtener una medida de la ideología predominante en los votantes.
Dado que en cada comunidad autónoma se presentan un conjunto diferente de partidos, he recopilado los datos de voto agrupando en algunos casos a ciertos partidos, en función de si los considero de izquierdas o de derechas, véase “De izquierdas y derechas”
Elecciones Autonómicas 2.015
- Partido Popular (PP)
- Partido Socialista Obrero Español (PSOE)
- Ciudadanos (C’s)
- Otros partidos de derechas
- Podemos
- Izquierda Unida (IU)
- Otros partidos de izquierdas
Elecciones Autonómicas 2.011
- Partido Popular (PP)
- Partido Socialista Obrero Español (PSOE)
- Unión Progreso y Democracia (UPyD)
- Otros partidos de derechas
- Izquierda Unida (IU)
- Otros partidos de izquierdas
Desde este punto de vista, la perspectiva de la izquierda no es muy alentadora, pese a la gran subida de Podemos; el descalabro de IU, junto con la todavía enorme cantidad de votos que se lleva el PSOE hace que el número de votos a partidos (que yo consideraría) de izquierdas sea muy reducido:
Resultados agrupados de las autonómicas de 2.015
Sin embargo, esto no tiene en cuenta de dónde venimos. Si realizamos una comparación con los datos de las elecciones autonómicas de 2.011 (para las mismas autonomías) observamos que hay una cierta evolución positiva:
Comparativa 2.011 – 2.015
Aproximadamente un 13% de los votos han pasado de partidos de derechas (PP, PSOE, UPyD, etc.) a partidos de izquierdas (IU, Podemos, EQUO, etc.). Esto, desde mi punto de vista, es algo sin duda positivo, sin embargo parece claramente insuficiente.
Existen, sin embargo, dos caminos para tratar de ser optimistas. En primer lugar, es lógico pensar que aunque el PSOE no pueda ser considerado un partido de izquierdas, entre sus votantes sí que existe un gran número de personas que así se considera. Si vemos la gráfica anterior, añadiendo a los votantes del PSOE obtenemos esto resultados:
Autonómicas 2.015 (PSOE -> Izq)
Esto nos daría un empate técnico, en el que al menos uno de cada dos votantes es considerado de izquierdas. Eso sí, teniendo en cuenta que se está incluyendo a más de tres millones de votantes procedentes del PSOE.
El segundo camino para el optimismo parte de las cifras de abstención. Es sin duda el grupo de “votantes” más heterogéneo que encontramos, puesto que los motivos para no votar pueden ser muy diversos. Según los datos de las últimas autonómicas, estamos hablando de unos seis millones de personas, los cuales representan una porción enorme del electorado.
Autonómicas 2.015 (Abstención)
Se puede observar (recuperando de nuevo a los votantes del PSOE a la derecha), que si sumamos a la izquierda la abstención vuelve a haber un empate técnico. Esto, desde luego, no tiene mucho sentido, ya que asumir que podemos contar como izquierdas a aquellos que no votan no se sustenta en ningún caso, pero por lo menos da un reflejo de todo un conjunto de población sobre el que se puede trabajar para conseguir nivelar las fuerzas.
Por simple curiosidad, y para los más optimistas, se pueden combinar ambas ideas (votantes del PSOE a la izquierda y abstención), el gráfico resultante es el siguiente:
Autonómicas 2.015 (PSOE -> Izq + Abstención)
Más allá de esta última curiosidad, parece claro que si bien se ha avanzado mucho desde el estallido del 15M, queda todavía mucho por hacer. Estos datos, contrastan sin embargo con los que podemos observar en ciudades grandes como Madrid, Barcelona o Valencia, donde los porcentajes de votos a partidos de izquierdas en sus respectivos ayuntamientos han sido significativamente mayores. Parece claro, por tanto, que algo se ha hecho bien en esas candidaturas denominadas de unidad popular.
Ayuntamiento de Barcelona
Ayuntamiento de Madrid
Ayuntamiento de Valencia
Como ya he comentado mucho se ha hablado sobre este tema, si bien me gustaría añadir un punto que me parece fundamental, la posibilidad de ganar. Tanto en Madrid, como en Barcelona, y también en Valencia, durante la campaña electoral se creía que se podía ganar, este elemento es crucial y acaba decidiendo un porcentaje enorme de votos, mucha más gente vota una candidatura si la gente percibe que esta tiene posibilidades reales de ganar.
Tal y como están las cosas, después del resultado de las autonómicas (incluidas las de Andalucía) no creo que la gente tenga la sensación de que Podemos puede ganar las generales (no digamos ya IU). Sin embargo, una candidatura conjunta de unidad popular, al estilo de Ahora Madrid o Barcelona en Comú sí que produciría esa sensación en la gente, y podría convertirse así en una especie de profecía autocumplida.
Por último me gustaría comentar el papel del PSOE y sus votantes. Por un lado, podemos pensar que las candidaturas de unidad popular resultan muy atractivas para los votantes socialistas, por lo que pueden ser una herramienta perfecta para atraer a esos votantes de izquierdas a partidos realmente de izquierdas. No es raro pensar que los dirigentes del partido socialista sean conscientes de esto, y por lo tanto habrá que estar muy atentos a cómo reaccionan ante esta situación. Por otro lado, estas elecciones han servido en algunos municipios (como Madrid) para poner al PSOE frente al PP y con las candidaturas ciudadanas. Esto es positivo, sin duda, pero no debe hacernos olvidar que es el partido que ha desarrollado políticas liberales durante más tiempo en este país, y llegado el momento de volver a tener poder en el estado, no me cabe duda que volverían a las andadas sin pensarlo.
*Todos los datos han sido obtenidos de: elDiario.es